Ellos hablan (Pepa Roma)

Vicente Aranda: Tal vez Porque hace mucho tiempo que digo que hay que respetar el instinto. Es grato entregarse al instinto, sobre todo cuando se trata de instintos complacientes. Cuándo nació mi primera hija, Isona, sentí algo que no había sentido en mi vida, y es el fenómeno de agregación. Quedé tan impactado por ese nuevo ser que apareció en la casa, me suscitaban tantas incógnitas acerca de donde venía, que yo mismo tendí sobre ese sentimiento que se despertó en mí. La miraba, y me parecía tan digno de ser protegido lo que acababa de llegar qué me decía que, si en este momento se incendiaba la casa y había que salvar a alguien, me sacrificaría yo y salvaría a esa personita  que no sabía ni quién era. No sé  porque era así, pero me resultaba muy evidente.
También para Martín Garzo la nueva paternidad es el gran descubrimiento del hombre de hoy.
- En el momento en que se tienen hijos, se  produce un transtorno. Es una experiencia muy fuerte que aún estoy tratando de enterarme de qué pasa. Antes, el papel tradicional de padre mantenía al hombre lejos de sus hijos. Ahora, al abandonar gran parte de ese papel convencional, los hombres hemos descubierto toda una nueva dimensión de nuestra relación con los hijos. Hay dos cosas maravillosas en esta vida, que es tener en tus brazos el cuerpo de la mujer que amas y el de un niñito. Sí las dos cosas se relacionan, si sientes que se abrazo ha venido de lo otro, el estupor y la maravilla son absolutos. Sientes que tu vida está en otro lugar, fuera de ti; no porque tu hijo se aparte de ti, sabes que es un ser completamente al margen de ti, pero de alguna manera te importa más que tú mismo. En este sentido tener hijos te enloquece.

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